Letras con rock and roll

A propósito de la celebración del día del rock and roll, el pasado 13 de junio, al recordar el concierto, celebrado en mismo día, pero del año de 1985, que llevó por nombre Live Aid... (Ayuda en directo) el cual, inmortalizó a los grandes del rock, en dos conciertos celebrados a los dos lados del Atlántico, de forma simultánea, un escenario fue el estadio de Wembley en Londres, Inglaterra y otro, el estadio John F. Kennedy de Filadelfia, EE.UU. Por lo que, dedicaré estás letras, a esa rica unión entre la música y el hacer de las letras, que las/os compositores, nos han obsequiado, entre sus grandes dones, al componer música y dar letra a una canción. Pensemos en un Jim Morrison, un John Lennon y una Amy Winehouse, o en el sobreviviente de una generación, Eddie Vedder y hasta los representantes del nuevo milenio como Chris Martin y los hermanos Gallagher, mientras que, en el escenario de habla hispana, he de citar a un, Saúl Hernández, un Fito Páez y a Enrique Bunbury, y al siempre recordado de Gustavo Cerati; o al que te venga en mente. Cantantes, compositores, letristas y cantautores; virtuosos sin duda, entre el hacer de la música y su interpretación, misma que los consagró, para convertirlos en leyendas —algunos de ellas/os, leyendas aún vivientes— por el dar letra a su música, la cual, coreamos con ellas/os, en la sublime y encantadora acción del coincidir en una emoción, y vivencia, la cual, crea una empatía emocional, que nos hace, el decirnos a nosotros mismos, me llega, pues también lo he vivido.

De tal forma encontramos que, en la expresión de tales virtuosos, entre los riffs insolentes de sus guitarras y las acústicas abrazadoras, bajo el toque obstinado de sus letras, sigilosamente penetran al alma, hasta el verlos y sentirlos, como los seres humanos, que son, en su acción de dar letra a sus emociones, vivencias y sentimientos, mismos que, escribieron para sí mismos, en una catarsis entre amor y desamor, invitándonos a apreciar su vulnerabilidad, la cual se traduce en su mayor fortaleza. Se atrevieron y dieron sonido con la música, la misma, que más tarde grabaron, para después comunicar a otras/os en giras y posteriormente obtener el reconocimiento y la fama. Lo que nos diferencia de ellas/os, es que, en una primera instancia, se atrevieron a dar letra a las simples emociones, las cuales, en un mundo complejo, nos ayudan a entender la realidad, pues no habremos de negar que sus letras han cambiado nuestra forma de entender el mundo, en esos poemas con métrica, la cual define la estructura rítmica. Por consecuencia, el hacer de las letras, no solo comunica, también encuentra, conecta y mejor aún deja huella, así podemos apreciar la escritura, como un arte, debido a que más allá de lo complejo y del saber todas las reglas ortográficas, ya que, siempre se puede recurrir al aprendizaje, se aprecia como arte, por dar simpleza a lo complejo. Esta habilidad de hacer simple a lo complejo a través de la escritura, está a tu alcance, puedes comenzar haciendo uso de la lectoescritura para ti, y si gustas acompañar el hacer de las letras con un buen rock and roll, los decibeles los eliges tú.

¡Nos leemos, el próximo sábado!

Foto por Kenia Morales... de la colección entre letras y rock and roll.